“Favor no pisar el césped”
Rodrigo Gutiérrez
Nadie ha podido escapar en estas últimas semanas a la declaración de guerra contra la ecología que lanzó el presidente de este paisaje, puedo atreverme a asegurar que pocos o casi ninguno de quienes conozco tomo con agrado toda esta noticia de Las Crucitas y la minería a cielo abierto allí propuesta, y luego de lo que vi en televisión mucho menos yo. Me toco ver una vieja táctica ya conocida de un anuncio televisivo donde exhortaban que este proyecto no iba a ser más que una buenísima fuente de trabajo, grandes oportunidades, y todas las bendiciones posibles para el pueblo de Las Crucitas, otra vez se aprovechan de la inocencia, necesidad, casi puedo hablar de miedo de los lugareños, y sobre todo, de lo permisibles que somos todos nosotros.
¿Permisibles? ¿Qué hemos dejado pasar?, retrocedamos en el tiempo y recapitulemos solo un poco estos últimos casi 3 años. Todo empezó, por si no lo recuerdan, con más de mil personas trabajando por un plan que incluía que iba a hacer este gobierno por el país, más de mil pensaban en educación, en seguridad, salud y cuanto tema necesitara acción en este país. No sé qué tan apegados estén a ese plan todavía con la cantidad de cambios en el gabinete, con la pobreza trepando, la inseguridad en niveles de Ripley, la inflación llegando a límites desconocidos, las bandas cambiarias del dólar cambiando de tango a merengue sin pasar de canción, con presupuestos de la república cada año incluyendo menos plata, incluso por debajo de lo que por ley le toca del PIB a educación. ¿Qué más hemos dejado pasar? Hemos dejado que nos diga Don Oscar que una vez TLC aprobado todos vamos a tener motos BMW, también nos dijo sin que chistáramos mucho que “nos va a llevar el diablo” en un intento de expresar ironía y sarcasmo ante la situación, dejamos que el vicepresidente de él y un diputado todavía sentado en su curul hablaran y documentaran tácticas de miedo para controlar un país y hacerlo escoger lo que ellos preferían, nos sentamos a ver como usaban dineros del BCIE (fueran públicos o no) como se les antojaba y en sin sentidos, nos pareció nada mas de ver y no de actuar. Y para culminar Las Crucitas.
Cuando veo para atrás más preguntas me invaden, y me doy cuenta que el cambio empieza por uno, estoy casi convencido que la culpa es mía, hay que verse en el espejo para buscar a los culpables, y es que no hemos dibujado limites a lo que permitimos, no hemos dicho ¡Basta! Y complacientemente, por falta de educación, por pasividad o por distracción seguimos desdibujando los límites de lo permisible y quienes tienen acceso al poder aprovechan esto. Les doy ejemplos, yo mismo circulé durante meses con mi licencia de conducir vencida, a pesar de que entiendo que ese es el documento que me faculta, por conocimiento, por pago de mis faltas, por capacidad físico-médica a conducir, aun así manejé sin saber si el estado me facultaba para ser capaz de hacerlo, permití que algo así pasara. Cuantas veces no he visto gente caminando por una zona verde pasando a la par de un letrero en el que se lee “Por favor no pisar el césped”, no pensaron que tal vez dinero se gasto en construir la acera, o que podrían proponer habilitar paso por donde parece todo mundo prefiere pasar, no solo no fui constructivo acerca de ellos, permitieron y permití que pasara. Si el límite no se dibuja allí, cada vez que magnifiquemos la falta o lo que dejamos de hacer, la línea de lo prohibido se verá más tenue.
Si cambiamos esa manera de actuar y pensar, tal vez podremos aspirar a un presidente que piense que no todo mundo en un país va a ser médico o abogado y piense que necesitamos hacer profesionales a las personas en muchos campos y a lo mejor en lugar de muchas universidades privadas cree algo como el INA. Un presidente que tenga la visión de construir una carretera no para solucionar el congestionamiento actual, sino más bien para crear una ruta de gran importancia, que además tenga capacidad de soportar tránsitos futuros, digamos haber construido en los sesentas una autopista como la General Cañas, casi tal cual como está ahora. Un mandatario que tuviera la capacidad de juntar a enemigos antagónicos para discutir y solucionar problemas nacionales, y no de una discusión Ottón contra Oscar, no, una discusión realmente antagónica y que aun así logre conciliar. Puede ser un presidente que en vez de engrosar su fortuna a costas de la presidencia y el pueblo, sacrifique su patrimonio por servir al país. Alguien que incluso en un momento de distracción cometiera un error y usara dinero público con un destino fijo para pagar algo y se diera cuenta y devolviera de su propio bolsillo ese dinero. Es posible que ese presidente un día después de entregar el poder, camine tranquilamente por la avenida central para hacer un mandado al banco, con la frente en alto, tranquilo porque puede caminar entre sus compatriotas, y no solo eso, sino que a través de la avenida central lo reciban con un sonoro y estruendoso aplauso, que le aplaudan en general todos, aplausos tendidos durante todo su trayecto…Para irse leyendo e investigando, ya existió, todos esos datos no son ficción, no los invente yo, de 1962 a 1966 don Francisco J. Orlich, benemérito de la patria hizo todo eso, búsquenlo, los invito.
Como ya lo escribí, entre las preguntas que me invaden nace una muy triste, a raíz de lo permisibles que estamos siendo, y lo faltos de educación y de criticismo que nos estamos comportando; y nace también de leer esto que podemos tener pero que no tenemos, ¿Tenemos el presidente que necesitamos o el presidente que nos merecemos? Dejamos que lo de Las Crucitas pasara así como muchas otras cosas, y no hacemos más que sentarnos en la entrada de nuestras casas a ver pasar todo esto. Ojala y con mucho esfuerzo, sobre todo participación constructiva y activa utilizando la institucionalidad costarricense, además de un cambio de actitud nos podamos ganar el derecho de poder decirle al presidente Arias y a quienes vengan “Por favor no pisar el césped”.
Palabras sabias de sabiduria... pero sabiendo que tenemos un pueblo ignorante (por falta de la educacion que cada vez se ve empobrecida), un pueblo pasivo (que permite todo) hace falta un lider casi un tirano para que el pueblo despierte... bien lo dice el cuento aque donde si se pone una rana en una olla con agua hirviendo este salta y salva pero si la misma se pone en el agua fria y se calienta poco a poco este se queda ahi hasta morir hervido.
ResponderEliminarEso nos esta pasando... el agua esta cada vez mas caliente pero como el cambio ha sido paulatino no nos hemos dado cuenta que estamos mucho mucho mas mal que hace unos años y que si esto hubiera pasado en ese entonces no lo hubieramos permitido.
Entoces por que lo permitimos ahora???
PS: Perdon por la ortografia... Nunca fue mi fuerte! :D
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Cuando alguno pretenda
tu gloria manchar,
verás a tu pueblo valiente y viril,
la tosca herramienta en arma trocar.
Yo pongo otro ejemplo que yo admiro mucho:
ResponderEliminarDon Daniel Oduber.
Un presidente que quería comunicar todo el país con un sistema ferroviario futurista, un presidente que pensó en el aeropuerto de Liberia mucho antes de que fuera una necesidad.
Al igual que Yulai, pienso que este país necesita un "casi tirano" que se ponga los pantalones, y nos obligue a reaccionar.
Será que necesitamos un Evo Morales? Una versión mejorada de Chavez? Un Lula da Silva?
Siempre nos han hecho lo mismo, y siempre "nos vamos pollo".
Cuándo vamos a aprender? Que necesitamos para aprender?
Linda Rod... como dijo el personaje que dirigia la manifestación en el lago frente al Obelisco de Washington D.C, en Forrest Gump:
"Lo has dicho todo".