miércoles, 29 de octubre de 2008

Y dicen que en este país nada se puede hacer...

Y dicen que en este país nada se puede hacer…
Rodrigo Gutiérrez

Muchas veces he discutido con mis conocidos y amigos sobre la realidad actual de este paisaje donde vivimos, muchas veces hemos ahondado en diferentes y variados temas alrededor de lo que pasa y lo que no, para muchas veces terminar en el mismo tipo de conclusión o pregunta: ¿Qué puedo hacer yo?

Cuantas veces en ese momento no tuve una respuesta concreta, o yo mismo quedaba con esa duda clavada en lo más profundo de mi pensar, pero hoy, las bases o principio de esa respuesta fueron poco a poco apareciendo en mi camino.

Al principio fue con cierto enojo, molestia, estupor y desazón que tomé esto; ¡Noticia! La Prensa Libre publicó que fueron $87.000.000, ochenta y siete millones de dólares lo que Sony se embolso gracias a quienes emitieron su voto por la permanencia y posible triunfo de la ahora ídolo Maria Jose Castillo. Matemática simple a continuación, si multiplico 87 millones por 560 colones, es decir, el tipo de cambio actual da como resultado más de 48.720 millones de colones. Luego unas divisiones un poco burdas pero que dan panorama:
* Si dividimos eso entre el precio de una vivienda de interés social (1.5 millones de colones) da un total de 3248, es decir el número de casas que se podrían construir
* Si asumimos que un pupitre cuesta 20 mil colones, la división daría que podríamos comprar 2 436 000 pupitres
* El casado que vienen a dejar “exprés” a mi trabajo cuesta 1500 colones, esa división da para darle un almuerzo a cada costarricense de este país durante una semana
* El salario mínimo ronda los 150 000 colones, esa otra división da para el salario mínimo de 324 800 personas

Es realmente impresionante (o espeluznante) pensar que una compañía privada, transnacional, con poco o ningún interés social se haya “embuchacado” esa cantidad de dinero a fuerza de la buena voluntad de muchos costarricenses que se vieron impulsados por factores como la presión de los medios de comunicación o el cariño que nos generó esta jovencita.

Pero como se diría en pachuco “suave un toque”, esto no es del todo malo, me hace pensar solo que estamos mal encausados, esta “carajilla” efectivamente de cierta manera unió a un pueblo, y reflejó valores tales que conmovió lo más profundo del corazón de muchos, representando valores que se creían extintos y no valores contrarios que se disfrazaban bajo el “así es la idiosincrasia tica”, valores como el esfuerzo, el saber tomar una crítica y usarla para mejorar sin tacharla de oposición y decir luego “estoy cansado y no me dejan hacer”, como canta alguien muy conocido por todos, el no dejarse vencer. El tener un sueño creérselo y bretearlo , el no creerse más de lo que realmente era, el honestamente creer que Costa Rica se puede unir para apoyar un ideal; bien que mal en este caso era simplemente un circo comercial en aras de engrandecer la cuenta bancaria de don Tommy Mottola.

Pero hay que ponerse serios, en tiempos de crisis económica como los que se avecinan, y con tantísimos, casi innumerables problemas en este paisaje la pregunta ya no es tanto ¿qué podemos hacer?, porque ya sabemos que podemos comprar muchos pupitres, muchos almuerzos y construir muchas casas entre todos, las preguntas se vuelven otras y es hora de darse cuenta que estamos obnubilados por una antojada vida light, donde nos importa poco saber, hablar, pensar o criticar y simplemente reaccionamos a atisbos de esperanza creyendo que estamos apoyando o haciendo algo por Costa Rica.

Ojala y nos diéramos cuenta que si podemos hacer algo, solo que no lo canalizamos como personas sociales que deben de aportar al Estado, ni lo destinamos a donde realmente necesitan. Lastimosamente el comportamiento de los mensajitos para Maria era vanagloriado y el resto que se joda. Es una lástima terrible que mi generación ahora vuelva la cara a todo esto y se le de la espalda a la realidad abrumadora y en lugar se dedique a pensar en que disfraz usara en Halloween y que el resto importe poco. Colorín colorado y este cuento de Maria Jose para mi ha terminado.

5 comentarios:

  1. Veólo y comparto la opinión... Aunque claro, yo tb mandé un "María" al 43567 (¿o era 43657?). Si, el poder de uno. Si, fuimos más que tan solo la suma de nuestras partes. Si, el cuento ya terminó. Comparto el hecho de que por mi cabeza tb ha pasado la idea de "que puedo hacer si soy solo yo" y entonces veo a los que son solo uno y hacen mucho... creo que es vivir bajo la idea, creérsela, vivirla.. ¿ejemplarizar talvez?

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  2. En un país donde la riqueza esta tan mal distribuida y la pobreza se asoma por debajo de la puerta de todas las casas, el fantasma de la injusticia debería ser ahuyentado a través del solidarismo nacional. Solo necesitamos encausar mejor nuestras fuerza y recursos.

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  3. Realmente no hay mucho que decir, ya que lo has resumido en tu articulo muy detalladamente. Como dijo Pares yo tambien fui uno de los que mande mensajes de texto para ese apoyo, entonces soy parte de la "manipulacion masiva" hecha por esta compañia y por los medios de comunicacion, pero tambien soy un soñador una persona que todavia cree en el bien dentro de las personas y creo en los ticos, creo que los costarricenses somos personas MUY especiales y que tenemos que retomar un rumbo que en muchas generaciones se han perdido, pero gracias a personas pensantes y criticas en algun momento podremos hacer que nuestros hijos o generaciones venideras logren el cambio TAN esperado y necesitado que la sociedad costarricense ocupa.

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  4. Lástima... si el mensaje hubiese costado, que se yo, ¢850, donde ¢350 se canalizaban en obras de bien social, como casas, o ayuda a los damnificados del sur, otro gallo cantaría.

    Es una lástima que no se aprovechara esta oportunidad para hacer esas obras.

    Mentira que todos y cada uno de nosotros va a ir al sur a ayudar; mentira que vamos a ir a hacer de albañiles para construir casas de bien social...

    Pero bueno, que dicha que a la chiquita esta le fue bien, y que mal por nosotros, que no sabemos donde canalizar correctamente el dinero.

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